En este sexenio, el día 20 de junio de 2015 hemos tenido la alegría de celebrar las BODAS DE ORO de nuestra Congregación en Colombia,  con una solemne celebración Eucarística presidida por el Señor Arzobispo de Medellín, Monseñor Ricardo Tobón Restrepo, y algunos sacerdotes que han sido muy cercanos a la Congregación, ha sido un momento fuerte de acción de gracias al Señor por estos 50 años de presencia Congregacional, vividos al calor de la Eucaristía y en comunión con María, y con nuestra amadísima Madre Fundadora.

Las primeras hermanas llegaron a Colombia el día 17  de junio de 1965, madre Monserrat Piguillem, madre Aurora Berástegui  y madre Rosario Leiva,

Día en que se celebraba en la Iglesia la gran solemnidad del CORPUS CRISTI, fiesta tan entrañable en nuestra Congregación, regalo grande del Señor para nuestro querido PAIS COLOMBIA.

Estas bodas las inauguramos con un año jubilar el 29 de junio de 2014 para toda la Delegación,  con la celebración Eucarística en la Parroquia de San Cayetano, lugar donde llegaron las primeras religiosas, presidida por el Señor Obispo de la Diócesis de Quibdó Monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, que nos motivó a emprender un año de gracia para toda la Congregación y a su vez a realizar diversas actividades litúrgicas en torno al carisma y a la espiritualidad de la Congregación, como la  celebración de la Eucaristía, Asambleas familiares, adoraciones eucarísticas en la comunidades locales y en compañía de las comunidades MEL, misiones en las parroquias donde  hacemos presencia, para dar a conocer el carisma y la Vida de María Emilia,  programas radiales y de televisión; se celebraron muy especialmente con las estudiantes de nuestro colegio EMILIA RIQUELME  las  PINCELADAS en presencia de toda la comunidad educativa y personas invitadas y cercanas a la Institución.

Tuvimos la alegría de la presencia de Nuestra querida madre General, madre Leonor Gutiérrez Muñiz,  y Melba Llanos Lemos  Consejera General; Madre Almudena del Castillo Casas, quien después de haber trabajado 14 años en nuestra Delegación, tuvo la dicha de  regresar para celebrar en este marco de la fiesta sus BODAS DE ORO, además un grupo significativo de religiosas colombianas que prestan su servicio en otros países. 

El Señor Arzobispo nos motivó a vivir el comienzo de una nueva etapa de la Congregación y a renovarnos espiritualmente, volviendo a lo esencial y a trabajar con pasión por el Reino.

Damos gracias a Dios por habernos permitido celebrar estos 50 años de caminar congregacional en su presencia y en presencia de tantas personas buenas que nos han acompañado. Oramos juntas: 

Oh Dios, te damos gracias por estos cincuenta años de presencia en Colombia, te pedimos que renueves en nosotras el espíritu Eucarístico, Mariano y  misionero, para ser profetas de esperanza y testigos de tu Reino; siendo fieles a tu Palabra y creativas ante los nuevos retos que nos presenta el mundo de hoy. Virgen Inmaculada, enséñanos a reconocer que todo lo de la Congregación ha sido por medio de tu mano. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén