Comenzamos el mes de octubre, tiempo en que la Iglesia y la Congregación, hacemos especial énfasis en la misión y está acompañada por la presencia de María la primera misionera de Jesús, con el rezo del Santo Rosario, para orar por la evangelización de todos los pueblos e ir llevando la luz de la Palabra a todas las naciones del mundo.

Es importante recordar que toda la misión de la Iglesia es eucarística y sacerdotal en comunión con Jesús, al servicio de todos los hombres, preferentemente los más necesitados de evangelización. (CC 3.2)

En la animación misionera de la Iglesia, recordamos con especial cariño la vida de grandes santos como San Francisco Javier y Santa Teresita del Niño Jesús, patronos de la misiones, porque supieron entregar su vida por la causa del Reino. Así mismo, las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, recordamos a nuestra querida María Emilia, que nos motiva cada día a “Ir hasta los últimos confines de la tierra, siendo conscientes que para la misionera no hay fronteras y que debemos estar dispuestas para todo, para ir y para venir, para subir y para bajar pero no en un momento de entusiasmo si no siempre”. (PP )