¡¡¡¡Aleluya!!!!, ¡¡¡¡¡VIVA CRISTO REY!!!!, ¡¡¡¡Aleluya!!!!
Agradecemos a Dios el regalo de compartir y fortalecer nuestra fe con nuestros hermanos/as del Rancho Palo Gordo, que pertenece al pueblo de Santa Lucía-Jalisco.
Ha sido un regalo sentir la presencia amorosa de Dios en la acogida cálida, en la alegría, en la participación activa, en cada sonrisa de los niños/as, en la inquietud de los jóvenes y en el entusiasmo de los adultos, el tema era en base a la familia y las periferias.
Es una comunidad donde la mayoría son adoradores nocturnos, Tienen un gran amor a la Eucaristía y a María de Guadalupe, como comunidad rezan juntos el rosario, por eso nos organizamos para que cada familia rezara un misterio; cada día después de las pláticas al final del día terminábamos poniendo en manos de María lo vivido a través del rezo del rosario.
Hemos experimentado que Dios se manifiesta en los sencillos de corazón, que su amor hace brotar lo mejor de nosotras mismas/os, para amarle, alabarle y servirle.
No temamos hermanos, ha resucitado como lo había dicho. «La vida arrancada, destruida, aniquilada en la cruz ha despertado y vuelve a latir de nuevo» (cfr R. Guardini, El Señor). El latir del Resucitado se nos ofrece como don, como regalo, como horizonte. El latir del Resucitado es lo que se nos ha regalado, y se nos quiere seguir regalando como fuerza transformadora, como fermento de nueva humanidad» Papa Francisco
¡¡¡Feliz Pascua!!!! Que el Resucitado siga renovando nuestras vidas en la construcción del Reino.